Fantasía y vida cultural de fantasía
Sheila Fernández Míguez
Pudiera parecer que el concepto de «fantasía» escapa a las disciplinas de las ciencias jurídico-sociales, sin embargo, nada queda más lejos de la realidad. El concepto de fantasía es parte fundante de las teorías del género del siglo XX y XXI.
Para aproximarnos a este concepto lo haremos
de la mano de la filósofa estadounidense Judith Butler, y concretamente a
través de su trabajo “La cuestión de la transformación social”, publicado en el
libro Mujeres y transformaciones sociales, de las autoras Elisabeth
Beck-Gernsheim, Judith Butler y Lidia Puigvert, y publicado en 2001 en España
por la editorial El Roure
Judith Butler |
Esta definición de lo que es fantasía Butler la desarrolla
en el contexto de la performance drag, en concreto analiza como las drag
peformers viven en comunidades y tienen fuertes vínculos rituales. Butler
señala que en esta forma de vida forjada por las minorías de género se produce
una resignificación de los vínculos sociales que la autora categoría como vida
cultural de fantasía. Esta vida cultural de fantasía se caracteriza porque
organiza las condiciones materiales de vida y produce vínculos de comunidad
sostenibles, donde el reconocimiento se hace posible. A la vez, esto vínculos y
este reconocimiento funcionan como un sistema de protección contra la
violencia, el racismo, la homofobia y la transfobia.
La autora termina esta reflexión llevando la categoría la
categoría de fantasía y vida cultural de fantasía, al ámbito de la
política para preguntarse ¿Cómo es que lo drag o más que lo drag, el propio
transgénero entra en el campo de la política? Señala Butler que la pregunta
sobre qué es real y qué tendría que serlo, no lleva a nociones contemporáneas
de realidad que pueden ser cuestionadas y nuevos modos de realidad intuidos.
Esta nueva situación demuestra para Butler que nuestro cuerpo puede estar en un
estado de transformación que excede la norma, la reformula y nos hace ver cómo
las realidades que creíamos que nos limitaban no están escritas en piedra. Y, concluye con la siguiente reflexión, “no se debe subestimar lo que el
pensamiento de lo posible hace por las personas para quienes la supervivencia
es una cuestión ardiente”
En esta última reflexión de Butler nos interpela, pues en
palabras de la autora, “estar oprimida significa que ya existe como sujeto de
algún tipo, estás ahí como la otra visible y oprimida por el sujeto dominante,
como un sujeto posible o potencial. Sin embargo, ser irreal es otra cosa,
puesto que para estar oprimida primero tienes que ser inteligible. Darte cuenta
que eres básicamente ininteligible (en realidad, que las leyes de la cultura y
del lenguaje te consideran una imposibilidad es ver que aún no has logrado
acceder a lo humano, es encontrarte hablando contigo, y siempre como si fueras un
ser humano, pero con el sentimiento de que no lo eres, ver que tu propio
lenguaje está vacío y que no espera ningún reconocimiento porque las normas por
las que se da el reconocimiento no están a tu favor
Bibliografía
Butler, J.
(2001). La cuestión de la transformación social. En E. Beck-Gernsheim, J.
Butler, & L. Puigvert, Mujeres y transformaciones sociales (págs.
7-29). Llobregat: El Reure.