Criminología mediática
Continuamos divulgando el trabajo del criminólogo argentino y juez de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, Eugenio Raúl Zaffaroni. En esta oportunidad nos aproximamos al concepto de «criminología mediática» que el autor desarrolla en su libro “La palabra de los muertos. Conferencias de criminología cautelar” del año 2011.
Para Zaffaroni la «criminología mediática» es aquella que transcurre en paralelo a la «criminología académica». Esta criminología mediática responde a una creación de la realidad a través de la información, subinformación y desinformación mediática en convergencia con prejuicios y creencias, que se basan en una etiología criminal simplista asentada en una causalidad mágica.
Eugenio Raúl Zaffaroni |
Señala el autor, que si bien a lo largo de la historia, en cada momento con la tecnología de su tiempo, siempre han existido criminologías mediáticas vindicativas que apalearon a la causalidad mágica —lo mágico es la especial idea de la causalidad que se usa para canalizar la venganza contra determinados grupos humanos, lo que en términos de la tesis de René Girard hace de esos grupos humanos chivos expiatorios—. En la Historia también existieron momentos en que la criminología académica, desarrollada por la medicina, la inquisición, el positivismo biologicista, entre otros saberes; coincidió con la mediática que fue popularizada por poner algunos ejemplos por el púlpito, las plazas, los diarios o folletines.
La criminología mediática actual tiene características propias así para contextualizarla con el tiempo presente Zaffaroni la denomina “criminología mediática actual o neopunitivista”. Y ello porque la ideología que la funda es el neopunitivismo, que tiene su origen en los Estados Unidos y que se expande por el mundo globalizado.
La tecnología que usa ahora la criminología mediática actual es la televisión. Esto es una característica central de esta forma de criminología, por eso el discurso fundante de esta criminología mediática se compone de discurso hablado, escrito, pero y sobre todo imágenes, por lo tanto, esta criminología goza de un poder comunicacional del que carecían sus predecesoras.
Señala Zaffaroni que las consecuencias de este discurso mediático, siguiendo a Gyovanni Sartori en su ensayo Homo Videns Televisione e post-pensiero (1997), son que la televisión construye una comunicación por imágenes que necesariamente refieren a cosas concretas, pues es lo único que pueden mostrar las imágenes, y en consecuencia, quien recibe estas imágenes se instala en el «pensamiento concreto» lo que impide fortalecer y ejercitar el «pensamiento abstracto» que más bien queda debilitado. A esto debemos sumar que estas imágenes buscan la emoción, que la televisión tiene un lenguaje empobrecido, si en la lengua habitual podemos llegar a usar unas treinta mil palabras en la televisión se usan únicamente entorno a las mil palabras y que muchas veces elaboran trampas comunicacionales para hacernos víctimas de sus discursos velados.
El resultado es la creación de una «masa criminal de diferentes», por un lado, está el mundo de las personas decentes frente a una masa de criminales identificada a través de estereotipos, que configuran un ellos separado del resto de la sociedad, por ser un conjunto de seres diferentes y malos.
Sostiene Zaffaroni que el ellos de la criminología mediática molestan, impiden dormir con puertas y ventanas abiertas y por eso es necesario que la policía nos proteja sin ningún obstáculo ni límite, porque nosotros somos gente limpia, pura e inmaculada. Debe tenerse en cuenta también, que este ellos, muchas veces es construido de forma racializada, los negros, los indios, o los extranjeros.
A esto debemos sumar un ingrediente imprescindible, el miedo, el pánico moral, la seguridad. Señala el autor que “no es suficiente con crear un ellos para concluir que deben ser criminalizados o eliminados, sino que el chivo expiatorio debe ser temido, infundir mucho miedo y para ello nada mejor que mostrarlos como los únicos causantes de todas nuestras zozobras”. De forma que los únicos peligrosos para nuestra seguridad, son los adolescentes de barrio marginal, tal es así que la criminología mediática construye un concepto particular de seguridad que abarca solo la prevención de la violencia del robo, así señala Zaffaroni, el asesinato de la mujer en “el santo hogar familiar no produce pánico moral, no es ningún riesgo visible”.
En conclusión, la criminología mediática, se construyen sobre la idea de estereotipos de delincuentes y de víctimas (la víctima-héroe), el apelo a lo emocional (una trampa emocional) y el reclamo de mayores penas y mayor arbitrio policial para la prevención de los delitos.
Bibliografía
Zaffaroni, E. R., 2011. La palabra de los muertos: Conferencias de criminología cautelar. 1 ed. 2 reimp. ed. Buenos Aires: Ediar.
Autora: Sheila Fernández Míguez